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CORONAVIRUS Y ASTROLOGÍA*

Actualmente, con el surgimiento del coronavirus —junto a las previas fragmentaciones políticas y sociales que ya existían— la humanidad se está viendo inmersa en grandes cambios que resuenan, a nivel astrológico, con la potente configuración planetaria que domina en el cielo, de la cual podemos destacar:

  • El Eclipse Solar del 26 de diciembre de 2019
  • El Eclipse Lunar del 10 de enero de 2020
  • La conjunción de Saturno y Plutón el 12 de enero de 2020
  • La posición de Urano en Tauro
  • La posición de Neptuno en Pisics

Estudiemos a continuación estas configuraciones planetarias en relación a los eventos que se están viviendo en la actualidad, así como las correspondencias planetarias con otros momentos históricos en los que la humanidad se ha visto inmersa en situaciones similares.


ECLIPSES Y LA CONJUNCIÓN SATURNO-PLUTÓN – 2020

ECLIPSE SOLAR – 26 de Diciembre de 2019

Es sabido que los eclipses solares traen consigo importantes acontecimientos para la humanidad. Ya desde la Antigüedad se temía la llegada de este evento —el cual ocurre dos veces al año—, por los efectos adversos que conllevaba. Con el paso de los siglos, los estudios astrológicos han corroborado los efectos de los eclipses solares en la actividad del ser humano, si bien se ha ido determinando que no todos los eclipses son iguales en efecto e intensidad, pues su potencia y cualidad se ve afectada no sólo por el grado de totalidad del eclipse, sino también por la configuración planetaria que le acompaña. Asimismo, en función de la intensidad del eclipse, habrá de considerarse que su efecto podrá tener una duración de entre 6 y 18 meses.

Si observamos el simbolismo de un eclipse solar, hemos de entender que se trata de un momento de oscuridad, en el que la luz que domina en el cielo, y que da vida a todo lo que existe en la tierra, se apaga. Este simbolismo lleva consigo una connotación de «final», de término de un capítulo de la existencia antes del inicio de otro nuevo. Este momento de pausa, en el que todo se contiene en estado latente de silencio, guarda en sí el germen de lo que está por venir.

Eclipse Solar (26 de Diciembre de 2019) – Conocimiento público del coronavirus (31 de Diciembre de 2019)

El eclipse del pasado 26 de diciembre contiene una potente configuración astrológica. Antes de estudiarla, notemos que si bien el virus ya existía desde noviembre de 2019, se dio a conocer su existencia de forma pública el día 31 de diciembre, en fecha muy cercana al eclipse solar. Quedó así plasmada la correspondencia entre el macrocosmos y el microcosmos, no sólo en la similitud formal entre «el círculo de fuego» del eclipse solar y el coronavirus, sino también en el germen de cambio que ambos contienen. Como dice la filosofía hermética: «Como es Arriba es Abajo». Observemos a continuación los diferentes componentes astrológicos de este eclipse tan significativo:

– El eclipse ocurrió en el signo de Capricornio. Si ya, por su naturaleza, los eclipses denotan cambios importantes, el signo de Capricornio enfatiza la noción de «final de etapa». Capricornio es un signo regido por el planeta Saturno, el cual, por ser el más lejano planeta observable a simple vista, tradicionalmente se ha asociado a límites y finales.

– El eclipse se produjo en cercana conjunción a Júpiter, planeta que simboliza lo grande y lo expansivo; pero que en el signo de Capricornio se halla en «caída», por lo que su esencia expansiva posiblemente resulte en la propagación de algo no favorable.

– El eclipse se halla en aspecto de trino a Urano en Tauro, por lo que se intuye que el germen de este eclipse va a derivar en importantes cambios, radicales e imprevistos, especialmente en el área de la salud y la economía —símbolos de Urano en Tauro.

– Aunque no marque aspecto al eclipse, hay que considerar también, por su potencia, la conjunción de Plutón y Saturno en Capricornio, la cual conlleva graves crisis políticas, económicas y sociales, así como una acentuación de la noción de muerte y transformación, derivada de ambos planetas.

– Por último, es esencial destacar la posición de Neptuno en Piscis. Neptuno, planeta que simboliza lo intangible y lo invisible, se asocia no sólo a la espiritualidad, sino también, en su extremo opuesto, a todo tipo de enfermedades y virus de difícil detección. Al hallarse Neptuno en su propio signo de Pisics —símbolo de lo ilimitado—, cabe esperar que aquello que se propague —por el efecto de Júpiter en conjunción al Eclipse Solar— lo hará de forma invisible, rápida y sin límites.

Dada esta configuración astrológica cabe preguntarse: ¿Cómo poner límites físicos a lo ilimitado, a lo que se propaga de forma invisible y exponencial? Y, ¿cómo afrontar los imprevistos cambios médicos, económicos, políticos y ecológicos, que este virus conlleva? Prosigamos con el estudio de la configuración planetaria actual e histórica, para poder dilucidar algunas respuestas.


ECLIPSE LUNAR – 10 de Enero de 2020

Si un eclipse solar guarda el germen de lo que va a ocurrir durante los próximos 6 a 18 meses, en el eclipse lunar subsiguiente —que tiene lugar catorce días después del eclipse solar— , se puede observar cómo será el impacto de ese germen en la sociedad durante esos meses próximos. Es sabido que la Luna Llena ejerce gran influencia en los instintos de supervivencia y en el comportamiento de las masas de población, y estos comportamientos se ven aún más acentuados durante un Eclipse Lunar.

Eclipse Lunar del 10 de Enero de 2020 – El eclipse refleja el impacto que el coronavirus tendrá en la población

En el Eclipse Lunar del día 10 de enero, la Luna se encontraba en el signo de Cáncer, en oposición al Sol, Mercurio, Saturno y Plutón en Capricornio, y en trino a Neptuno en Piscis. La Luna Llena ubicada en su propio signo de Cáncer es símbolo de las grandes masas de población.

– El trino —un aspecto que indica fluidez y facilidad— entre la Luna Llena en Cáncer y Neptuno en Piscis muestra ya, en este eclipse, la rápida expansión que el virus tendrá en la población durante los próximos meses al eclipse.

– Por otro lado, la oposición de la Luna a Saturno —planeta que simboliza los límites y que se halla fuertemente ubicado en su propio signo de Capricornio— indica la necesidad de establecer barreras físicas entre las personas; algo que comenzó con el uso de mascarillas y guantes, continuó con las distancias de 1 metro de seguridad entre las personas, para finalmente derivar en la separación entre muros, con el confinamiento de la población en sus casas. Saturno en Capricornio es asimismo símbolo de las nuevas normas restrictivas en el movimiento de las personas que, desde los diferentes gobiernos, se han ido progresivamente poniendo en práctica.

– La oposición de la Luna con Mercurio, Saturno y Plutón en Capricornio es también indicativa, por un lado, de las restricciones en la actividad comercial de las personas y empresas y, por otro, de la necesidad compulsiva de adquirir alimentos y artículos esenciales para la supervivencia.

– Así mismo, la oposición de la Luna con Plutón y Saturno simboliza el miedo a la muerte que se puede extender entre la población, junto a profundas crisis emocionales derivadas de esta difícil situación. En última instancia, tristemente, esta oposición es indicativa de la muerte física en sí, a las que muchas personas, irremediablemente, se verán abocadas. Sin embargo, esta oposición también guarda en sí el potencial de transformar (Plutón) y frenar (Saturno) en gran medida esta situación de crisis a través de un acto de responsabilidad (Saturno) de la población (Luna). Si bien la Astrología nos muestra el potencial de lo que una configuración planetaria guarda, sólo el ser humano, a nivel individual o colectivo, puede, con su libertad de decisión, dirigir el rumbo de su existencia.

– Por último, el trino entre la Luna y Neptuno —símbolo de lo trascendente y lo espiritual— contiene también, en su aspecto positivo, el potencial de un nuevo despertar espiritual, durante esta situación de crisis, hacia una escala de valores más humana, hacia un encuentro interior con el alma y hacia una alineación con la Voluntad Divina.

Al final de este artículo profundizaremos más en el potencial positivo que podemos extraer de la configuración planetaria actual, pero antes de ello estudiemos la conjunción entre Saturno y Plutón que tuvo lugar el pasado 12 de enero, y su resonancia con otras conjunciones similares a lo largo de la historia.


CONJUNCIÓN DE SATURNO Y PLUTÓN EN CAPRICORNIO – 12 de Enero de 2020

Cada 36 años —aproximadamente— se produce una conjunción entre Saturno y Plutón. Esta conjunción es altamente significativa, pues entraña la transformación (Plutón) de estructuras sociales (Saturno) que han sido construidas a lo largo del tiempo. Ambos planetas, además, tienen una connotación de «muerte y crisis» que caracteriza a este periodo de transformación colectiva. Dentro de este ciclo de 36 años cabe destacar, también, el momento de oposición entre ambos planetas, el cual se produce en la mitad del ciclo. Ambos eventos, conjunción y oposición, son muy relevantes por su impacto en la humanidad, como veremos más adelante. Para comprender en profundidad la naturaleza de este ciclo entre Saturno y Plutón, estudiemos primero por separado la simbología ambos planetas:

SATURNO:

SATURNO: Planeta, Símbolo y Mitología (Cronos)

Saturno era el más lejano de los planetas conocidos en la Antigüedad. Debido a su movimiento lento se asociaba con el tiempo, los ciclos de vida, la experiencia y la sabiduría. Al ser el último de los planetas observables a simple vista, suponía el límite del universo conocido y, por ello, se le asociaba también con la muerte y el más allá. En la mitología griega, el planeta Saturno se asociaba al dios Cronos, quien fue rey del cielo durante la la Edad de Oro de los dioses, una época en la que la humanidad vivía en perfecto orden y armonía —si bien se trataba de un dios tirano que, por temor a ser derrocado, devoraba a cada uno de sus hijos cuando éstos nacían.

Siglos después, con la invención del telescopio, los astrólogos pudieron observar que los anillos de Saturno, de forma circular perfecta, resonaban con la simbología de límite, orden y perfección atribuida a este planeta.

Uniendo estos significados, a nivel astrológico Saturno es símbolo de límite y muerte, así como de orden, de estructuras colectivas y de tradiciones mantenidas a lo largo del tiempo. En su aspecto positivo representa seriedad, responsabilidad y compromiso y, en su aspecto adverso, rigidez, frialdad y severidad. Por lo que connota de experiencia y estructura, Saturno también se asocia a las personas ancianas, así como a los sistemas de gobierno, las leyes y las figuras de autoridad.

SATURNO EN CAPRICORNIO: Saturno se halla actualmente fortalecido en Capricornio —su propio signo de regencia—, por lo que toda su simbología se expresa con gran potencia. Saturno en Capricornio es representativo de las estructuras políticas, económicas y legales de la sociedad, así como de las grandes empresas y de los sistemas institucionales que se han mantenido a lo largo del tiempo.

PLUTÓN:

PLUTÓN: Planeta, Símbolo y Mitología (Hades)

Plutón fue descubierto en 1930, durante una época oscura de entreguerras y de crisis económica; una época en la que se estaba desarrollando la energía nuclear, el crimen organizado gozaba de gran poder y los sistemas totalitarios estaban en auge. En su aspecto positivo, esta fue también una época en la que se desarrollaron teorías acerca del inconsciente, la psicología y el psicoanálisis. Todos estos eventos guardan relación con la energía de Plutón.

En la mitología griega, Hades (llamado posteriormente Plutón) era el dios del inframundo y el gobernante de los muertos. Sus armas eran una horca, con la que podía causar terremotos, y un casco de invisibilidad. Reinaba junto a su mujer Perséfone, a quien había secuestrado y forzado a acompañarle en el gobierno del inframundo.

Uniendo estos simbolismos, a nivel astrológico Plutón representa la muerte, las crisis existenciales y el encuentro con lo desconocido. Así mismo, su simbología tiene connotaciones de manipulación, crueldad, secretismo y abuso de poder. En su aspecto positivo, representa la capacidad de ver más allá de las formas, de penetrar en lo más hondo de la experiencia y de renacer a la vida tras un proceso de transformación catártico.

PLUTÓN EN CAPRICORNIO: Plutón entró en Capricornio en el año 2008, al tiempo que se producía una crisis económica global. Desde entonces, en su transitar por este signo, cual terremoto activo, ha sido catalizador de fragmentaciones en los sistemas políticos, económicos y sociales.

CONJUNCIÓN SATURNO-PLUTÓN – 12 de Enero de 2020

Una vez examinada la simbología de estos dos planetas, ¿qué cabe esperar, por tanto, de la conjunción en la que ahora nos encontramos? Aunemos, pues, la simbología de ambos planetas. Si Saturno es estructura y Plutón es destrucción, cabe esperar durante este ciclo que ahora se inicia fuertes seísmos en los sistemas políticos y financieros —característicos de Capricornio. Implacablemente, Plutón destruirá las estructuras no tengan firmeza suficiente para mantenerse en pie. Quizás, en algunas empresas y gobiernos, queden sólo los esqueletos de unos sistemas que han transformarse y regenerarse; y en otros, los daños sean insalvables. En cualquier caso cabe esperar, sin duda, una fuerte crisis económica a nivel colectivo, que pondrá en jaque a los gobiernos y las organizaciones mundiales.

Conjunción de Saturno y Plutón en Capricornio (12 de Enero de 2020) – Inicio de las hospitalizaciones por coronavirus

Capricornio, por ser signo de Tierra, está también relacionado con la medicina y la salud, especialmente con el conocimiento práctico y establecido de esta ciencia. Por ello no es de extrañar que la conjunción de Saturno y Plutón esté trayendo consigo tan enrome crisis en el área de la salud pública y del sistema sanitario. Observemos que además, junto estos planetas, Mercurio y el Sol también forman parte de esta conjunción. Mercurio, —asociado al dios griego Hermes, portador del caduceo y símbolo de la medicina—, no hace sino añadir énfasis hacia el hecho de la crisis sanitaria. Por su parte, el Sol, símbolo de luz y vida, muestra, por su conjunción a Saturno y Plutón, literalmente, «la vida llegando a su fin». Es decir, cabe lamentablemente esperar de esta crisis de la salud pública, la pérdida de vidas humanas. Mercurio, posicionado entre el Sol y Saturno, refleja con claridad la labor de intermediación de los médicos y enfermeros (Mercurio), que luchan entre la vida (Sol) y la muerte (Saturno-Plutón) de las personas afectadas.

Es importante comprender que estamos al inicio de este ciclo entre Saturno y Plutón. Lo que ahora estamos viviendo es la semilla de lo que está por venir durante los próximos 36 años. Esto quiere decir que, si bien esta crisis sanitaria pudiera reducirse en los próximos 18 meses (tiempo marcado desde el eclipse solar de diciembre), la labor de reestructuración de los sistemas sanitarios, económicos y políticos será un proceso de lenta recuperación que durará todo el ciclo. Así mismo, es muy probable que el germen de esta crisis quede latente y resurja, con este u otros virus similares, en momentos claves de este ciclo, especialmente durante la cuadratura u oposición entre Saturno y Plutón (en el 2028, 2036 o 2045). Esto será tema de otro artículo. Pero veamos a continuación ciertos momentos históricos que resuenan con el actual, en los que tanto el ciclo de Saturno y Plutón como determinados eclipses se han correspondido con situaciones de crisis colectivas.


PANDEMIAS, ECLIPSES Y EL CICLO SATURNO-PLUTÓN A LO LARGO DE LA HISTORIA

De registros históricos tenemos constancia de las principales pandemias que han asolado a la humanidad. Ya que es imposible conocer el momento exacto en que surgieron los virus que las causaron, sólo podemos referirnos a los momentos en que estas pandemias fueron registradas, si bien su verdadero origen pudo ocurrir años o décadas atrás, antes de propagarse por los distintos continentes. Lo que sí es significativo a nivel astrológico es que en los momentos en que más muertes se han registrado en la humanidad han coincidido con potentes eclipses en el eje Capricornio-Cáncer, junto a hitos significativos del ciclo Saturno-Plutón (principalmente conjunciones, pero también cuadraturas y oposiciones). Veamos a continuación algunos casos, si bien este estudio histórico requeriría una análisis mucho más profundo y extenso.

SIGLO VI

LA GRAN PLAGA DE JUSTINIANO – 540 dC

Eclipse Solar en Capricornio – Plutón en Cuadratura a Saturno – 539 dC

Entre los años 540 y 543 dC, durante la época del Imperio Bizantino, tuvo lugar una de las mayores epidemias de la historia, en Asia, África y Europa, debido a la cual murieron alrededor de 40 millones de personas —aproximadamente un 20% de la población mundial de aquella época. Preludio a esta epidemia, hubo durante los años 539 y 540 dC varios eclipses solares y lunares en el signo de Capricornio, en conjunción a Plutón, ubicado también en Capricornio, un situación astrológica similar a la actual. Neptuno (símbolo de los virus, como vimos más arriba) se encontraba, al igual que hoy en día, en el profuso e ilimitado signo de Piscis  —con Júpiter aumentando por conjunción su capacidad de propagación—. Así mismo, es significativa la cuadratura entre Saturno y Plutón del año 539, justo cuando la epidemia comenzaba a ser crítica. Cabe aventurar que, quizás, el verdadero origen de esta epidemia habría que buscarlo alrededor del año 514 dC, cuando el ciclo Saturno-Plutón se iniciaba por conjunción.

Eclipse Solar en Capricornio en conjunción a Plutón  (26 de Diciembre del 539 dC) – La «Gran Plaga de Justiniano»

 

EDAD MEDIA

TRANSICIÓN DE LOS SISTEMAS FEUDALES A LAS CIUDADES

Eclipse y Conjunción Saturno-Plutón en Capricornio – 1284:

El final del siglo XIII fue un periodo de crisis propiciado no sólo por el incipiente y dramático cambio climático —de transición entre el «Periodo Cálido Medieval» y la «Edad de Hielo Medieval»—, sino también por la imperiosa necesidad de reestructuración económica, política y social que trajo consigo el gran aumento de la población. Cabe imaginar el difícil, caótico y fragmentario proceso de desintegración de los hasta entonces predominantes sistemas feudales piramidales —donde un señor gobernaba sobre los campos y los vasallos campesinos— al tiempo que se construían las nuevas ciudades, de mucha mayor escala y con nuevas leyes que debían dar respuesta a una sociedad y una economía mucho más compleja. Es esta una situación que resuena con la actual del siglo XXI, en tanto que la escala de las leyes y órdenes nacionales están atravesando un proceso catártico dentro de una realidad más compleja que es el mundo global.

Eclipse y Conjunción de Saturno y Plutón en Capricornio (1284-1285) – Inocencio III anunciaba que el mundo acabaría ese año

Significativo es que en aquella época del final del s.XIII, en concreto en el año 1284, tuvo lugar un eclipse seguido de una conjunción de Saturno y Plutón en Capricornio al igual que ha ocurrido ahora, en el año 2020. Significativo es también que el papa Inocencio III predijo que el mundo se acabaría en el año 1284, momento en que se producía esta conjunción —si bien aquel papa no sabía de la existencia de Plutón—. El «Fin del Mundo» no se produjo en aquella época de forma literal, pero sí que supuso el fin de las estructuras conocidas y el resurgir de un nuevo orden, símbolo del cual fueron las catedrales, grandes estructuras góticas que son reflejo de la conjunción de Saturno (estructura) y Plutón (poder) en Capricornio. Cabe por último destacar que si bien aquella configuración astrológica resuena mucho con la actual, la posición de Neptuno en Virgo —opuesto a Piscis— no fue agente propiciador de grandes epidemias.

Sistema Feudal Medieval

 Transición de los sistemas feudales a las ciudades medievales

CAMBIO CLIMÁTICO Y HAMBRUNA (1315-1322) 

Conjunción Saturno-Plutón – 1318:

Más difícil fue el periodo correspondiente a la siguiente conjunción de Saturno y Plutón, en el año 318, coincidente con la época de gran hambruna en Europa. En esta época, las frías temperaturas tuvieron devastadoras consecuencias en las cosechas y en el ganado, lo cual afectó tanto a la población de los campos como de las ciudades. La mortalidad se extendió y la población, que había ido incrementándose durante los siglos anteriores, comenzó a descender. Así mismo, la economía sufrió graves crisis, los gobiernos se disgregaron, el crimen se acrecentó y las epidemias comenzaron a expandirse.

Esta conjunción de Saturno y Plutón trajo consigo, pues, una época de desintegración, caos económico y grandes pérdidas. Al mismo tiempo, varios eclipses ocurrieron junto a estos dos planetas en el signo de Piscis, los cuales acentuaron las graves crisis en todos los ámbitos de la existencia, siendo el canibalismo el reflejo más devastador y negativo de esta configuración astrológica. El Sol, en conjunción a Saturno y Plutón, muestra de nuevo la pérdida de vidas y el descenso de la población que esta época trajo consigo. El signo de Piscis refleja tanto el germen de nuevas enfermedades —que se agravarían en el siguiente ciclo de Saturno y Plutón— como así mismo la crisis religiosa que se vivió en aquella época, debido al sentir común de que las oraciones no surtían efecto, que derivó en pérdida de la fe y en desconfianza hacia la Iglesia.

Conjunción de Saturno y Plutón en Piscis (1318) – Cambio climático y Hambruna

Hambruna y Canibalismo en la época medieval

PESTE NEGRA (1347-1353) 

Conjunción Saturno-Plutón – 1350:

Las dos conjunciones de Saturno y Plutón anteriores fueron el preludio de la más devastadora pandemia que ha sufrido la humanidad, la Peste Negra, la cual tuvo lugar al tiempo que se producía la siguiente conjunción de estos planetas, en el año 1350. El simbolismo de Plutón y Saturno, asociado a muerte, oscuridad, crisis, caos y destrucción, alcanzó en esta época su máxima expresión. Se estima que entre 75 y 200 millones de personas murieron en Asia, Europa y parte de África, lo cual supuso un descenso aproximado del 50% de la población. La conjunción entre Plutón y Saturno —debido a movimientos retrógrados— duró unos dos años, al tiempo que se producía el pico de mortalidad y al tiempo que varios eclipses solares y lunares hacían cuadratura desde el eje Cáncer-Capricornio a esta conjunción. De nuevo, encontramos resonancias con al situación actual.

Otra resonancia destacable viene dada por Urano ubicado en Tauro, en la misma posición en la que se halla actualmente. Urano en este signo muestra los cambios radicales e imprevistos que aquella pandemia trajo en el área de la salud y la economía; pero, de igual modo, también es significativo de lo avances médicos que se desarrollaron para combatir la pandemia, los cuales fueron la base de la medicina moderna. Posiblemente, Urano en Tauro también refleja una corrección y re-equilibrio entre clima, demografía y recursos naturales, al igual que está ocurriendo en la actualidad.

Conjunción de Saturno y Plutón en Aries (1350) – Pico de muertes en Europa por la Peste Negra

El Triunfo de la Muerte, de Pieter Brueghel el Viejo

La población de Europa desciende a la mitad durante la Peste Negra (1347-1351)

A diferencia de la situación actual, cabe destacar, sin embargo, que la drástica mortalidad que produjo la Peste Negra se podría asociar al signo de Aries en el que tuvo lugar la conjunción de Saturno y Plutón, pues Aries es un signo regido por Marte, planeta asociado a la guerra y la destrucción. El signo de Aries, además, por ser el primero de los signos zodiacales, representa más que ningún otro signo la noción de «muerte y renacimiento». Así pues, la Pesta Negra, pese a sus devastadoras consecuencias, supuso el fin del periodo medieval y el inicio de un nuevo periodo histórico: el Renacimiento. (Sería la siguiente conjunción de Saturno y Plutón en Tauro, en el año 1381, la portadora del germen del arte, la belleza, la economía y la industria que resurgirían en el Renacimiento tras aquel trágico periodo oscuro).

SIGLO XIX

LA PANDEMIA DEL CÓLERA 

Conjunción Saturno-Plutón – 1820

El siglo XIX estuvo marcado por el surgimiento de la epidemia del cólera, la cual se extendió desde la India hacia el restos de continentes a lo largo de todo el siglo. El brote inicial ocurrió entre 1817 y 1824, coincidiendo con la conjunción de Saturno y Plutón en el signo de Piscis. Obsérvese además los aspectos de cuadratura a Neptuno, Mercurio y Urano en Sagitario (símbolo de las grandes distancias), así como los trino a Marte y la Luna, también ubicados en signos de agua durante estas conjunción, todo ello representativo del modo en que esta infección que se propagó, tanto a través del comercio y los movimientos migratorios, como a través de la ingesta de aguas no potables.

Conjunción de Saturno y Plutón en Piscis (1820) – Inicio del cólera en India

Conjunción Saturno-Plutón – 1852

La enfermedad del cólera siguió extendiéndose durante el siglo XIX a través de diferentes brotes, pero cabe destacar el pico de enfermedades que se produjo con el inicio del siguiente ciclo de Saturno y Plutón en 1852. La conjunción de estos planetas en Aries es especialmente negativa, pues Saturno se halla en «caída», lo que le dificulta su acción de poner límites a la enfermedad. Durante esta conjunción hay que notar, de nuevo, el gran trino en signos de agua, formado por Júpiter, Marte y Venus, símbolo de esta enfermedad que se propaga a través del agua insalubre. Así mismo, observemos que las posiciones de Neptuno en Piscis y Urano en Tauro tienen resonancias con la configuración actual del 2020.

Conjunción de Saturno y Plutón en Aries (1852) – Tercer brote y pico del la pandemia del cólera


EL CICLO SATURNO-PLUTÓN EN EL SIGLO XX

Si bien cabría estudiar otros ejemplos del ciclo Saturno-Plutón a lo largo de la historia, centrémonos ahora en las últimas conjunciones entre estos dos planetas en el siglo XX:

PRIMERA GUERRA MUNDIAL (1914-1918)

Conjunción Saturno-Plutón – 1914

En el año 1914, coincidiendo con el inicio de la Primera Guerra Mundial, se producía la conjunción entre Saturno y Plutón en el signo de Cáncer. Cáncer es un signo que representa nacionalismo y patriotismo. No es de extrañar, pues, que en este caso la conjunción de estos dos planetas derivara en una guerra entre naciones, en la que murieron 17 millones de personas. La Luna Llena que tuvo lugar durante esta conjunción, con el Sol en Libra y la Luna en Aries, resalta la dualidad del conflicto bélico; pero sobre todo cabe destacar, de esta configuración astrológica, la posición de Marte, símbolo de la guerra, en el destructor signo de Escorpio y en trino a la conjunción entre Saturno y Plutón. Las devastadoras consecuencias de esta guerra no fueron sólo las pérdidas de vidas humanas, sino también las discapacidades y amputaciones con las que millones de soldados hubieron de vivir, así como el deterioro de la economía, la profusión del hambre y la propagación de enfermedades.

Conjunción de Saturno y Plutón (4 Octubre de 1914) – Inicio de la Primera Guerra Mundial -(28 Julio 1914)

Una imagen de la Primera Guerra Mundial

PANDEMIA DE LA «GRIPE ESPAÑOLA» (1918-1920)

Eclipse Lunar en Capricornio en Oposición a Plutón – 1918:

Siguiendo a la conjunción de Saturno y Plutón en el año 1914, se produjeron varios eclipses solares y lunares en conjunción y oposición a Plutón en el año 1918 en los signos de Cáncer y Capricornio. Fue en este año cuando se desató otra de las más devastadoras pandemias de la historia que afectó al mundo entero: la llamada «Gripe Española», debido a la cual en el espacio de dos años murieron entre 50 y 100 millones de personas.

Eclipse Lunar en Capricornio en oposición a Plutón (4 de Julio de 1918) – Inicio de la Gripe «Española»

Imagen de un hospital durante la «Gripe Española»

SEGUNDA GUERRA MUNDIAL (1939-1945)

Cuadratura Saturno-Plutón – 1939

Dentro del mismo ciclo que se inició en 1914 con la conjunción entre Saturno y Plutón, se llegaría a un punto crítico en el momento de cuadratura entre ambos planetas. Así, el germen de la conjunción que ocurrió en la Primera Guerra Mundial, resurgiría en 1939 al producirse la cuadratura entre Saturno y Plutón, que trajo consigo la Segunda Guerra Mundial. Muchos historiadores consideran ambas guerras como parte de un mismo conflicto global, y así lo corrobora la Astrología, pues ambas guerras aparecen como parte del mismo ciclo entre Saturno y Plutón. La posición de Plutón en el signo de Leo es reflejo del poder totalitario y absolutista que imperó en el bando alemán, mientras que Saturno en el signo fijo de Tauro muestra la posición de la resistencia francesa. Entre las devastadoras consecuencias de la Segunda Guerra Mundial estuvieron las masacres, genocidios y bombas, que dejaron más de 75 millones de muertos, así como ciudades en ruinas, proliferación de hambre y enfermedades.

Cuadratura de Saturno y Plutón (1 Septiembre de 1939) – Inicio de la Segunda Guerra Mundial

Una imagen de la Segunda Guerra Mundial

DESARROLLO DE LAS ARMAS NUCLEARES (1945-1949)

Conjunción Saturno-Plutón – 1947

Con la llegada de la siguiente conjunción entre Saturno y Plutón, alrededor del año 1947, nos encontramos con otro periodo dramático de la historia de la humanidad. Por un lado, este nuevo ciclo supuso el fin de las dos guerras anteriores; por otro lado, abrió la puerta al nuevo poder de las armas nucleares de destrucción masiva. La conjunción de estos planetas, en el signo de fuego de Leo y en conjunción al Sol (símbolo de energía), muestra la potencia energética y devastadora de esta configuración astrológica. Si bien las bombas de Hiroshima y Nagasaki ocurrieron en 1945, dos años antes de empezarse este ciclo, podemos atribuirlas al mismo, pues Plutón ya se hallaba en Leo. Hemos de entender que el tiempo de los ciclos planetarios no son exactos, sino aproximados. En cualquier caso, esta conjunción se produjo en el momento álgido de la investigación nuclear. Consecuencias de las bombas que tuvieron lugar durante entre 1945 y 1949, fueron la muerte de más de 200.000 personas a las que hay que añadir, tristemente, las posteriores muertes y deformaciones físicas de los recién nacidos en las zonas afectadas.

Conjunción de Saturno y Plutón en Leo (Agosto de 1947) – Desarrollo de bombas nucleares entre 1945 y 1949

RECESIÓN ECONÓMICA Y SURGIMIENTO DEL SIDA (1981)

Conjunción Saturno-Plutón –  1982

La siguiente conjunción entre Saturno y Plutón, en 1982, trajo consigo un periodo de recesión económica y, al mismo tiempo, el surgimiento de la nueva epidemia del SIDA. El signo de Libra, en el que se produjo esta conjunción, es símbolo tanto de acuerdos comerciales como de relaciones personales, las cuales se vieron drásticamente afectadas por la aparición del nuevo virus. No sólo el SIDA caracterizó esta época, sino también el surgimiento del crimen organizado y de las bandas de narcotráfico internacional, todo ello característico de la conjunción Saturno-Plutón. La gran cantidad de planetas ubicados en el signo de Escorpio (signo de lo sexual, lo tabú, lo oculto y las adicciones) durante esta conjunción, añade énfasis tanto a la transmisión sexual del nuevo virus como al uso extendido de las nuevas drogas. Aquel año tuvieron lugar, a su vez, varios eclipses en el eje Cáncer-Capricornio, en cuadratura a Saturno y Plutón, lo cual, como hemos ido viendo en ejemplos anteriores, aumenta los efectos negativos de esta conjunción.

Conjunción de Saturno y Plutón en Libra (1982) – Surgimiento del SIDA

Pico de casos de SIDA entre 1981 y 1984, al tiempo que se producía la conjunción entre Saturno y Plutón (1982-1983)

ATAQUE A LAS TORRES GEMELAS (2001)

Oposición Saturno-Plutón –  2001

Cuando el ciclo de Saturno y Plutón que se había iniciado en 1982 llegó a su punto medio, en el año 2001, se daba oposición entre estos planetas al tiempo que ocurría el ataque a las Torres Gemelas de Nueva York. Es de notar la posición de Marte (símbolo de guerra y ataque) junto a Plutón, enfatizando el poder destructivo de esta configuración, y en oposición a Saturno Géminis (posición de Saturno que podemos literalmente leer como «estructuras gemelas»). Marte y Plutón en Sagitario (signo que representa las grandes distancias, los viajes y la globalización) reflejan tanto el tipo de ataque, realizado con aviones, como el impacto global que este evento tuvo y sigue teniendo en el mundo. Es de notar, también, que ese año hubo varios eclipses en el eje Cáncer-Capricornio.

Oposición entre Saturno y Plutón (entre julio y noviembre de 2001) – Ataque a las torres gemelas (11 de septiembre de 2001)


DE VUELTA AL AÑO 2020

Una vez realizado este repaso histórico del ciclo Saturno-Plutón, volvamos al año 2020, para estudiar la conjunción planetaria actual desde una perspectiva más amplia, y extraer de ella un balance general así como el potencial tanto positivo como negativo de cada planeta. No olvidemos que la Astrología es indicativa del tipo de energía que está teniendo lugar en el mundo, pero cómo empleemos esta energía depende sólo del ser humano.

La conjunción Saturno-Plutón en Capricornio

Conjunción de Saturno y Plutón  (12 de enero de 2020) – La crisis del coronavirus se extiende por el mundo entero

LA CONJUNCIÓN DE SATURNO Y PLUTÓN EN CAPRICORNIO: Como hemos visto en los anteriores ejemplos, la conjunción entre estos dos planetas es muy poderosa y puede tener consecuencias dramáticas. En su aspecto negativo, además de extensa muerte y destrucción, la conjunción en Capricornio puede traer consigo el derrumbe sistemas económicos y políticos, así como abuso de poder, regímenes autoritarios y crimen organizado. En su aspecto positivo, esta conjunción llama a la eliminación de la corrupción, a la transformación de estructuras políticas obsoletas y a la instauración de leyes que armonicen con el orden colectivo. Así mismo, si bien esta conjunción trae consigo debacles en la economía, también contiene el potencial de regeneración del sistema económico a partir de unas bases más sólidas y duraderas. Respecto a la crisis sanitaria, Saturno, al estar ubicado en su propio signo de Capricornio, ejerce con dominio la labor de límite y contención, por lo que este virus podrá ser en gran medida contenido si se siguen las normas de distanciamiento y confinamiento que dictan los gobiernos.

LAS POSICIONES PLANETARIAS EN LOS PRÓXIMOS MESES

MARTE Y JÚPITER EN CAPRICORNIO: Actualmente, Marte y Júpiter se hallan también en el signo de Capricornio, añadiendo intensidad a la crisis global y a la conjunción Saturno-Plutón.

MARTE EN CAPRICORNIO, ACUARIO Y PISCIS: Marte entró en Capricornio a mediados de febrero, momento desde el cual se ha intensificado la intervención de la policía y del sistema militar como medio para mantener el orden colectivo en esta crisis. Cabe esperar, cuando Marte haga conjunción a Plutón y a Saturno, entre finales de marzo y principios de abril, que las restricciones se intensifiquen, lo cual podría provocar conflictos a nivel social, que podrían durar mientras Marte se halle en Acuario hasta mediados de mayo. Después, cuando Marte transite por el signo de Piscis, hasta finales de junio, el virus podría alcanzar su pico inicial. Así mismo, cabe la posibilidad de que se halle una vacuna efectiva, especialmente cuando Marte haga conjunción con Neptuno (alrededor de la segunda semana de junio).

JÚPITER EN CAPRICORNIO: Júpiter entró en Capricornio en diciembre de 2019 y estará en este signo hasta finales de diciembre de 2020. El movimiento de Júpiter puede ser indicativo del modo en que se expande el virus. Durante el verano, Júpiter estará en movimiento retrógrado, lo que indica que el virus remitirá durante esta época, especialmente durante julio y agosto, si bien desde mediados de septiembre, cuando Júpiter entre de nuevo en movimiento directo, el virus podría volver a expandirse. Los momentos más críticos marcados por Júpiter serán:

  • Cuando Júpiter haga conjunción a Plutón: el 5 de abril, el 30 de junio (retrógrado) y 12 de noviembre. Alrededor de estas tres fechas se podrían producir los más duros momentos de expansión de la enfermedad. Alrededor de la primera fecha se verá una gran ola expansiva; en la segunda se llegaría a un pico antes del verano; pero la tercera, en noviembre, es previsiblemente la más devastadora.
  • Cuando Júpiter haga conjunción a Saturno, a 0º de Acuario, alrededor del 22 de diciembre. Cabe esperar aquí que haya algún avance científico (marcado por Acuario), quizás un medicamento o un test preventivo, que pueda ser distribuido en masa a la población y que sirva para disminuir el avance de la enfermedad durante los meses siguientes.

Posiciones planetarias el 20 de marzo de 2020 – Equinoccio de Primavera

ECLIPSE SOLAR – 21 de Junio 2020: Justo el día del solsticio de verano tendremos otro importante eclipse a 0º de Cáncer. Este es un punto crítico del zodiaco, en el que el Sol, una vez alcanzado su punto más alto en el cielo, comienza a descender y los días empiezan a ser más cortos. Por ello, la simbología de «final» y «oscuridad» que rodea a los eclipses, está aquí doblemente marcada. Es posible que este eclipse traiga consigo el fin de una etapa de expansión del virus, que, sin embargo, por otros aspectos astrológicos, puede resurgir después. Principalmente, este eclipse representa un «final» para una gran parte de la población (simbolizada por Cáncer) que habrá, durante los meses de influencia de eclipse (desde junio hasta enero) de enfrentarse a pérdidas personales así como a nuevos modos de vivir, tanto económica como socialmente. Cabe destacar el aspecto de quincuncio entre el Sol y la Luna a Saturno en Acuario. Este aspecto simboliza el control de las autoridades (Saturno) sobre la población (Cáncer) a través de nuevas tecnologías (Acuario), algo que la población podría percibir, con incomodidad, como privación de su libertad.

Eclipse Solar 21 de junio de 2020 – Solsticio de verano

SATURNO EN CAPRICORNIO Y ACUARIO: Saturno pasará este año transitando entre los dos signos de su regencia, Capricornio y Acuario. Su paso por Capricornio trae consigo fuertes medidas como el endurecimiento de las leyes, imposición de límites físicos entre personas o corte de fronteras entre países. Así mismo, supone una reestructuración del sistema político y económico. En su versión más positiva, Saturno en Capricornio favorece la reflexión y el estudio de la historia para extraer experiencias de aprendizaje para el presente. El paso de Saturno por Acuario (entre el 22 de marzo y el 2 de julio y, después, desde mediados de diciembre de 2020 y hasta el 2023) estará caracterizado por una reestructuración social a través de nuevas tecnologías y de avances científicos. Se verá el crecimiento de la actividad laboral a través de internet. En su aspecto negativo, la posición de Saturno en Acuario indica el poder de sistemas —abierta o veladamente— comunistas que podrían utilizar la situación de crisis para ejercer control de la población a gran escala.

URANO EN TAURO: Urano entró en Tauro en el 2019 y permanecerá en este signo hasta el año 2025. Urano, planeta que simboliza tanto cambios drásticos como avances tecnológicos, trae durante estos años sacudidas en el ámbito de la economía, la medicina y la ecología, todo ello característico de Tauro. Como hemos visto en ejemplos anteriores, Urano en Tauro apela a un ajuste entre la demografía, el equilibrio del planeta y el uso de los recursos naturales; un ajuste que podrá necesitar de fuertes sacudidas uranianas para restablecerse. Habrá durante estos años cambios drásticos en la economía (posiblemente dirigidos hacia una economía de moneda virtual), así como avances en los ámbitos de la medicina y de las energías renovables. Un potencial positivo de esta configuración es el incremento de diseños ecológicos, tanto a pequeña como gran escala, desde los tejidos de ropa hasta el diseño de ciudades verdes. A nivel colectivo, Urano en Tauro también muestra un cambio radical en la escala de valores que, si bien había llegado a un extremo de materialismo, podría dar la vuelta en favor de la importancia de la salud, la ecología y la naturaleza.

Urano en Tauro podría traer consigo el diseño de ciudades más sostenibles y en armonía con la naturaleza

NEPTUNO EN PSICIS: Neptuno entró en Piscis en el año 2012, signo por el que transitará hasta el 2026. Como veíamos al principio, Neptuno en Piscis, por lo que tiene de invisible e ilimitado, es tanto símbolo de virus y enfermedades que se transmiten con facilidad, como también es símbolo de espiritualidad y consciencia superior. Si bien Neptuno en Piscis puede ser portador de enfermedades que se transmiten rápidamente, en su aspecto positivo nos abre la puerta a una dimensión superior desde la que restablecer el equilibrio del alma y del cuerpo. Cuando conectamos, ya sea por oración o por meditación, con este poder superior, podemos sanar la mente y, por ende, en gran medida, la enfermedad. Durante los tiempos de aislamiento físico, impuestos por Saturno en Capricornio, Neptuno en Piscis nos llama a descubrir que todos estamos conectados a nivel emocional y espiritual; nos llama a un despertar de consciencia superior, hacia el entendimiento de que todos somos Uno.

Neptuno en Piscis llama a conectar con la dimensión espiritual, para equilibrar el alma, la mente y el cuerpo

PLUTÓN EN CAPRICORNIO: Plutón entró en Capricornio en el año 2008 y seguirá en este signo hasta el 2024. Desde el 2008, hemos visto grandes seísmos en la economía y fracturas en los sistemas políticos, situación que, con la llegada de Saturno a este signo, se ha visto fuertemente agravada en el 2020. Plutón, como hemos visto, es implacable, por lo que se han de aceptar las caídas en los sistemas que ya no son válidos a los requerimientos de la sociedad y del planeta. Así mismo, aunque sea un duro proceso, Plutón en este signo tiene el potencial de purificar y regenerar estos sistemas para construir de sus remanentes otros nuevos que se hallen en armonía con el orden del universo. Los procesos catárticos de Plutón en Capricornio podrán, en definitiva, en su máximo potencial positivo, traer consigo una sanación del planeta y de la humanidad.

Plutón en Capricornio contiene el potencial de sanación del planeta


Como hemos visto a lo largo de este artículo, dada la compleja configuración astrológica, nos esperan tiempos difíciles e inciertos, especialmente durante todo el año 2020 y hasta mediados del 2021. La Astrología puede ayudarnos a entender la situación actual desde una perspectiva más amplia, tanto a nivel histórico como a través del conocimiento de las energías planetarias que están actuando en este momento. El propósito de este artículo ha sido ofrecer esta amplia mirada, así como analizar el potencial positivo que, como seres humanos, podemos extraer en estos difíciles momentos de las posiciones planetarias. No olvidemos que la humanidad ha atravesado grandes crisis a lo largo de la historia. Aprendamos de ellas para dibujar, desde nuestra posición actual, con nuestras decisiones individuales y colectivas, un destino mejor.

 

© www.astrologiaespiritual.com – Mercedes Simón


*El texto de este artículo se basa en un seminario que impartí el 10 de Diciembre de 2019 en Madrid, en el cual estudiamos la potente configuración planetaria del momento actual —con un eclipse solar y varios planetas en el signo de Capricornio—, así como la resonancia con otros momentos históricos de configuración planetaria similar. Si bien no se extrajo de este seminario exactamente la futura aparición del coronavirus, sí se contempló el hecho de que la humanidad se halla ante un momento histórico de cambios radicales y convulsión a nivel económico, político, ecológico, social y espiritual. Ahora, ante el surgimiento del coronavirus y sus consecuencias, veo al caso exponer en este blog las nociones astrológicas e históricas que en ese seminario estudiamos.


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Soy Mercedes Simón, astróloga desde el año 2010 (previamente arquitecta). Me dedico de lleno a realizar lecturas de carta astral, enseñanza, artículos, vídeos e investigación astrológica, la cual es mi gran pasión. Casi todo mi trabajo lo realizo de modo gratuito y abierto a donaciones. Todas las donaciones contribuyen en gran medida a que pueda continuar realizando artículos, vídeos e investigación astrológica. Si te gustaría contribuir a mi trabajo, cualquier donación será recibida, de corazón, con gran aprecio y agradecimiento.

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