La Astrología Cabalística es una rama de la Astrología que combina la Carta Natal con el diagrama del Árbol de la Vida para revelar las dimensiones emocionales y espirituales de la psique y su correspondencia con las disposiciones planetarias. Tanto la Astrología como la Cábala tienen sus orígenes en Mesopotamia y siempre han estado estrechamente relacionadas. Sin embargo, no fue hasta la época medieval cuando el conocimiento de la Astrología y la Cábala se aunaron en el diagrama del Árbol de la Vida. En este diagrama, las influencias planetarias —que hasta entonces habían sido estudiadas sólo desde el punto de vista astrológico— se integraron con las dimensiones de los cuatro mundos que existen según la Cábala: los mundos Divino, espiritual, psicológico y físico.
La Carta Astral
El Árbol de la Vida
El arte de la Astrología Cabalística utiliza fundamentalmente la Carta Natal —como herramienta para conocer las posiciones e influencias de los planetas— y el Árbol de la Vida —a través del cual se obtiene un significado profundo y espiritual de la psique—. Las posiciones planetarias de la Carta Natal, obtenidas en el momento de nacimiento de una persona, pueden transferirse al Árbol de la Vida, y cuando lo hacemos, obtenemos un Árbol único para cada persona, el cual muestra el efecto de las influencias planetarias sobre su alma y su espíritu.
Correspondencias entre los Planetas y las Sefirot en el Árbol de la Vida:
Desde la esfera más baja del Árbol de la Vida, hasta la más alta, se establecen las siguientes correspondencias:
MALKHUT – ASCENDENTE: El cuerpo físico, la salud, la vitalidad y todos los procesos de la vida orgánica.
YESOD – LUNA: El ego, los instintos de supervivencia y el condicionamiento de la cultura a la que pertenece una persona.
HOD – MERCURIO: La mente y la capacidad de aprender y comunicar conceptos o ideas.
NEZAH – VENUS: Los deseos, los estímulos y la búsqueda del placer.
TIFERET – SOL: El Ser, la esencia del alma, de la cual emanan las cualidades de belleza, bondad y verdad.
GEVURAH – MARTE: El juicio, la capacidad de discriminación, de competición y de disciplina.
HESED – JÚPITER: La expansión, generosidad, compasión, y capacidad de buscar nuevas oportunidades.
DAAT – PLUTÓN: Esta es una no-sefirah, de naturaleza diferente al resto. Es la puerta a una dimensión superior, el túnel de transformación profunda y de conocimiento superior que conduce hacia la Luz.
BINAH – SATURNO: La experiencia de nuestra vida y la comprensión de su estructura y de sus patrones a largo plazo.
HOCKHMAH – URANO: El rayo de inspiración y sabiduría que altera las ideas establecidas y aporta una nueva visión.
KETER – NEPTUNO: En el punto más alto del Árbol, representa la unión con lo Divino, el retorno a la Luz donde originalmente fuimos creados.
Ejemplo de correspondencia entre la Carta Natal y el Árbol de la Vida:
Al igual que todos tenemos una Carta Natal única que se configura en el momento de nuestro nacimiento, también tenemos un Árbol de la Vida único basado en la fecha y el lugar de nuestro nacimiento.
Mientras que en la Carta Natal podemos leer temas relacionados con diferentes áreas de nuestra vida, tales como como relaciones, dinero, trabajo, familia, amigos o salud, en nuestro Árbol de la Vida personal podemos sumergirnos en las capas más profundas de nuestro Ser, y obtener un conocimiento profundo de nuestra alma y nuestro espíritu. La disposición vertical del Árbol de la Vida muestra los diferentes niveles de consciencia de nuestra psique, desde el mundo físico, en la parte baja del Árbol, al Divino, en la parte superior.
Conocer nuestro Árbol de la Vida particular es muy útil, ya que a través de él podemos descubrir nuestras fortalezas internas, nuestras características psicológicas, la esencia de nuestra alma y el propósito de nuestra vida: nuestro sino y nuestro destino.