La Astrología Espiritual se basa en la idea central de que todo en el Universo obedece a las leyes del Orden Cósmico. Siguiendo el principio hermético «Como Arriba, es Abajo», los ciclos que ocurren en la Tierra son un reflejo de los ciclos celestes, todos los cuales obedecen a leyes creadas por Dios.
La Astrología nació como una ciencia para ayudar a la humanidad a vivir en armonía con los patrones de la Tierra y el Cielo. Así, por ejemplo, los ciclos del Sol y la Luna fueron, desde la prehistoria, estudiados para producir mejores cosechas, y en función de estos ciclos se rendía a la vez culto a los dioses.
En el Universo, los seres humanos tenemos la posición única de mediación entre la Tierra y el Cielo, entre la dimensión física y la Divina. Entre estos dos extremos se encuentran las esferas de influencias planetarias, que influyen en nuestras vidas a nivel personal y colectivo.
El propósito de la Astrología Espiritual es ayudarnos a tomar conciencia de estas influencias planetarias, para que podamos vivir en armonía con el Cielo y la Tierra, para convertirnos en portadores de Luz Divina mientras estamos presentes en el plano físico, y vivir así nuestra vida en concordancia al propósito puro de nuestra alma.