La Astrología es el arte de observar la correspondencia entre la posición de los planetas en el cielo y los eventos que ocurren aquí en la Tierra, tanto a nivel personal como colectivo. Desde los tiempos de Mesopotamia hasta la actualidad, esta antigua sabiduría se ha ido desarrollando a través de observación metódica, práctica y revelación interior, hasta convertirse en el cuerpo de conocimiento que ha llegado hasta nuestros días.
Considerar que existe una correlación entre la posición de los cuerpos celestes y lo que sucede aquí en la Tierra significa aceptar que la Tierra no es una entidad independiente, sino que existe en interacción continua con el Cosmos: con la Luna, con el Sol, con los planetas y con todo el Universo; y que es parte de un sistema gobernado tanto por leyes físicas como por leyes no físicas, que no pueden medirse científicamente pero que, sin embargo, operan de una manera sutil y misteriosa.
La influencia física de los astros sobre nosotros es relativamente fácil de percibir. Los ciclos diarios y anuales del Sol afectan nuestras actividades como dormir o comer, así como el crecimiento de las plantas, la transformación de los árboles a lo largo de las estaciones o los movimientos de las aves migratorias. Igualmente, las fases de la Luna afectan las mareas, las inundaciones de los ríos, la savia de las plantas, el comportamiento nocturno de los animales y nuestros líquidos corporales. Sin embargo, más allá de esta influencia físicamente perceptible, los planetas y las estrellas también ejercen influencias en niveles más sutiles. Las fases de la Luna afectan nuestros estados de ánimo y los ciclos del Sol nuestros niveles de energía. Por ejemplo, se ha observado que durante la Luna Llena los animales y los hombres muestran una tendencia a conductas más agresivas, y que los eclipses del Sol pueden tener un efecto destructivo, tanto individual como colectivamente. También a lo largo de la historia se han observado otras correspondencias entre planetas y eventos terrenales, como por ejemplo ciertas posiciones de Marte y Venus con períodos de guerras y paz, respectivamente. El estudio de todas estas correspondencias tiene como objetivo establecer una relación entre las dimensiones físicas y no físicas del Universo, y comprender que todo en el Cosmos opera de acuerdo con un orden. Éste es el principio fundamental de la Astrología.